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Visitar Valencia de Alcántara

Extremadura está repleta de rincones sorprendentes. Uno que no puedes dejar de visitar es Valencia de Alcántara, en la provincia de Cáceres. Una ciudad donde se aúnan naturaleza, historia y fiestas populares. Un paraje singular limitando con el país vecino.

“La muy noble, antigua y leal villa· de Valencia de Alcántara está situada al sur de la provincia de Cáceres, lindando con la de Badajoz y haciendo frontera con Portugal. Por su situación geográfica, bordeada por la Sierra de San Pedro y la Sierra Fría, posé un paraje singular llamado bosque extremeño. Un lugar que nos recomiendan visitar los administradores del alojamiento rural «El Jinebro» , una finca conformada por 6 casas rurales situada a las afueras de la ciudad. El bosque extremeño se caracteriza por grandes bloques graníticos cubiertos de líquenes y musgo, por donde afloran losas de pizarra. La orografía es ondulada, con pendientes escarpadas y terrenos poblados por helechos y castaños. Un marco natural único en España.

Según el historiador romano Tito Livio, la ciudad fue fundada el siglo I antes de Cristo por el general romano Décimo Junio Bruto Galaico. Finalizadas las guerras lusitanas y vencidas las tropas comandadas por Viriato, su sucesor Táutalo se rindió a los romanos a cambio de que perdonara la vida de sus soldados. El general romano fundó una ciudad a la que llamó Valentia, donde albergaría a los veteranos de guerra lusitanos que habían sido romanizados.

Durante la edad media, Valencia de Alcántara será una de esas villas en las que convivieron apaciblemente las tres culturas: cristianos, árabes y judíos, algo que sucedió tanto bajo dominio musulmán como cristiano, hasta que los reyes católicos promulgaran el edicto de expulsión de los judíos en 1492. La presencia sefardí en la ciudad fue notable, de aquella época conserva su barrio judío, también conocido como barrio gótico.

En la edad moderna Valencia representó un puesto fronterizo entre España y Portugal. Las tortuosas relaciones entre los dos reinos se dejaron sentir en la ciudad. Esta fue invadida y anexionada al reino portugués durante los siglos XVI y XVII. La fidelidad que la población de la ciudad mostró a la corona española hizo que fuera distinguida con el título de muy Leal Villa y la visitada en diversas ocasiones el rey Felipe V y más tarde por Alfonso XIII.

Durante la Guerra de la Independencia fue la sede de la Junta Provincial de Extremadura, desde la que se designaban a los diputados extremeños que acudían a las Cortes de Cádiz. Parlamento que elaboró una de las constituciones más avanzadas de su época, denominada popularmente “La Pepa”. Su ubicación fue designada por su proximidad con Portugal, país controlado por las tropas del General Wellington, enemigo de Napoleón y que brindaba cierta seguridad a los españoles que se enfrentaban a Francia.

La economía de la ciudad se basó siempre en la agricultura y la ganadería, pero por su carácter fronterizo floreció en ella el comercio con Portugal y la entrada en España de artículos de contrabando.

La ruta de los Dólmenes.

En su término municipal se encuentra el conjunto de megalitos más importante de Europa. Está conformado por 41 dólmenes repartidos en tres grupos principales. El conjunto fue declarado bien de interés cultural en 1992.

Los megalitos eran monumentos funerarios prehistóricos de la época del neolítico. Los más conocidos son los menhires, que consisten en una piedra cónica plantada en el suelo en posición vertical, y los dólmenes, formada por varias losas plantadas en posición vertical que sujetan otra gran piedra que las cubre en posición horizontal. El término dolmen proviene del bretón, que quiere decir mesa grande de piedra.

Gran parte de los dólmenes de Valencia han sido destruidos. Sus piedras han sido utilizadas en diferentes construcciones a lo largo de la historia. Sin embargo, aún mantiene varios en pie, intactos. Se debe, en gran medida, por haber sido utilizados por los lugareños como establos improvisados para el ganado.

Como indica la web spain.info, 30 de los dólmenes están formados por grandes piedras de granito, el resto se construyeron con piedras de pizarra de la zona. Se trataba de grandes cámaras funerarias que en su día poseyeron un rico ajuar mortuorio. Los arqueólogos han encontrado en las inmediaciones restos de cerámica, orfebrería y adornos datados entre el tercer y cuarto milenio antes de nuestra era. Los hallazgos se encuentran en el museo arqueológico de Cáceres.

El barrio judío.

En el casco antiguo de la ciudad se encuentra el barrio judío medieval, también conocido como el barrio gótico. Se trata de 19 calles y 2 travesías en las que aún se conservan un total de 266 portadas judías. Según los historiadores, el barrio estuvo formado en el siglo XV por 280 casas. No es un barrio señorial, ni noble. Está compuesto por casas modestas de dos pisos, con muros angostos y fachadas enjalbegadas. Los habitáculos son estrechos y profundos con algún espacio libre detrás. Las puertas de entrada están enmarcadas por unos vanos de cantería adovelada con forma de arco apuntado, o bien adinteladas. El piso de arriba cuenta con una única ventana. Para encontrar un barrio de características similares hay que trasladarse a la localidad portuguesa de Castelo de Vide.

El trazado de las calles es el propio de las villas medievales. Calles largas, y estrechas con forma sinuosa que le dan una apariencia arriñonada al barrio. En la intersección de dos calles se encuentra la sinagoga, construida entre los siglos XIV y XV. Es de nave cuadrada, con fustes libres de anillo, capiteles lisos, y timbrado de imposta.

Como nos informa la agencia Europa Press, recientemente el ayuntamiento ha señalizado el barrio para orientar a los turistas durante su visita por el mismo.

Otros monumentos de interés de la ciudad son los dos puentes romanos (el puente de piedra y el Pontarrón de los Garavíos), las ruinas del antiguo acueducto y el castillo fortaleza de origen musulmán construido en el siglo XII.

La mayor parte de los edificios religiosos históricos provienen de la época en que la ciudad perteneció a Portugal. Fueron construidos en el siglo XVI y de entre ellos destaca La Iglesia de Roncamor, la ermita de los Remedios, el convento de Santa Clara y la ermita de la Virgen de la Cabeza.

No puedes perderte…

Valencia de Alcántara se caracteriza por sus múltiples romerías y sus tradiciones de cultura popular.

En cuanto a las romerías destaca la de la Virgen de los Remedios, celebrada el primer domingo de septiembre. Con puestos y casetas alrededor de la ermita. La virgen se lleva en procesión hasta la iglesia de Rocamor, allí permanece durante una semana y se le regresa a su emita. El 15 de mayo se celebra la romería de San Isidro Labrador, con una misa extremeña en el Parque España y desfile de caballos y carrozas engalanadas por las calles del pueblo. Otras romerías que se celebran en la ciudad son las de San Pedro de Alcántara y las de la Virgen de la Cabeza.

Mayo es un mes especial en Valencia de Alcántara. El 1 de mayo se celebra la fiesta de los mayos. Con muñecos de trapo adornados con artesanía típica que portan pancartas de denuncia a problemas sociales o políticos de la actualidad. El 3 de mayo se organiza el día de la Cruz de Mayo, por las calles de la localidad se exhiben cruces conformadas por flores y acompañadas por utensilios y telas tradicionales. Con motivo de la festividad se realiza una verbena, exhibición de bailes folclóricos y se instalan casetas de organizaciones.

En Navidad se celebra una muestra de villancicos extremeños el 22 de diciembre, y un belén viviente el 5 de enero.

En carnaval hay un concurso de murgas y un desfile de disfraces por el centro de la localidad.

Las fiestas patronales se celebran la última semana de agosto en honor a San Bartolomé. También cabe destacar la Semana Santa, por la vistosidad de sus procesiones.

El primer fin de semana de agosto se realizan las jornadas medievales “Boda Regia”. Se pone un mercado medieval y se representa la boda entre la infanta Isabel, hija de los reyes católicos, y el rey de Portugal Don Manuel El afortunado, boda que se celebró en la localidad en 1497.

Si te gusta la naturaleza y pasear por ella, puedes recorrer la ruta de los dólmenes por la Sierra de San Pedro. Siguiendo caminos forestales puedes observar los campos de musgo y líquenes, ver la gran variedad de aves que viven en las inmediaciones y terminar disfrutando de los megalitos prehistóricos. Los tres grupos principales de dólmenes están separados en diferentes partes de la sierra. Para llegar a ellos hay planos y mapas que se pueden conseguir gratis en la oficina de turismo o participar en una de las visitas guiadas programadas en pequeños grupos.

Valencia de Alcántara es un destino turístico tranquilo y encantador, con una variedad de opciones turísticas únicas y atractivas, y con una población amable y hospitalaria que acoge con gusto al visitante, mostrándole sus variadas tradiciones populares. Una localidad con una rica vida cultural.

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