Esencia mediterránea en estado puro, así es Denia. A medio camino de las populares ciudades Valencia y Alicante, frente a la mismísima isla de Ibiza, esta pequeña población costero playera, se convierte en epicentro turístico del levante español durante la época estival. Aunque cualquier época del año es ideal para visitar esta ciudad portuaria. Como nos dicen nuestros amigos de Romer Playa, expertos en alquiler vacacional, las condiciones climáticas, los parajes, la propia esencia mediterránea que emana, esta tierra, lo convierten en el destino ideal para desconectar de la vida cotidiana y disfrutar de una escapada.
Desde ruinas romanas hasta paradisiacas playas, se conjugan en Denia para que los visitantes, puedan realizar todo tipo de actividades, ya sean meramente ociosas o culturales. Sin olvidar, las muchas posibilidades que ofrece para realizar turismo activo o de aventura.
Aquellos que decidan visitar esta pequeña ciudad, no deben hacerlo sin conocer previamente, los lugares más emblemáticos para adentrarse en la cultura alicantina de esta parte de la provincia.
Puntos de interés
Para el viajero o el turista, siempre existen en cada lugar que visita, numerosos puntos de interés que enriquezcan la experiencia. Denia, no podía ser menos, dentro de esta comarca de pequeña extensión, pero indudable belleza, existen lugares de visita obligada que no pueden faltar en la lista de cosas que hacer.
A parte de sus maravillosas playas, la cultura y el pasado, forman parte fundamental de la esencia de Denia. Lo primero que no debes olvidarte de visitar, es el Castillo de Denia. Elemento patrimonial clave del municipio, ubicado en la parte más alta del mismo, dominando y custodiando el paraje, se encuentra este singular castillo de origen islámico. Su edificación data de la edad media, levantado en los siglos XI y XII, esta fortaleza se erigió para defender la zona de los ataques piratas. Con el paso de los siglos, se fueron incluyendo en sus inmediaciones, todos aquellos elementos necesarios para cumplir con su función estratégica y defensiva. En el siglo XIX, sus funciones dejaron de ser las propias de una fortaleza para dar paso, en el siglo posterior, a un museo arqueológico y un punto de interés turístico y cultural que todo turista, debe visitar.
Inevitable es pasear por Denia sin atender a su casco antiguo. Ese compendio de calles que sitian las colinas del castillo y desembocan en la plaza de la Constitución, donde se encuentran el Ayuntamiento y la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción. Partiendo de este punto, se haya el principal eje histórico y gastronómico de la localidad. Saliendo del casco, se encuentra la explanada Cervantes, un paseo lleno de características palmeras que acerca al viajero al mar.
Los amantes de la gastronomía, no pueden dejar de acudir al mercado municipal de Denia. En este espacio, se une lo mejor de la tierra con lo mejor del mar, ofreciendo una variedad de productos de incalculable valor gastronómico, tanto para el turista como para la propia ciudad, denominada Ciudad Creativa de la Gastronomía por la UNESCO.
Dejando a un lado la gastronomía, la parte cultural y el turismo más clásico, el mayor atractivo de esta localidad, es indudablemente, la costa. Esas playas de agua tibia de las que puedes disfrutar prácticamente, durante todo el año, son el mayor reclamo. Más de veinte kilómetros de litoral costero, convierten a Denia en uno de los destinos playeros por excelencia en la zona de levante.
Playas, calas y playas perrunas. Para cada turista la playa adecuada, paradisiacas, escondidas o copadas de gente, cada una de las zonas de baño con las que cuenta este litoral mediterráneo, cumple todas y cada una de las expectativas del viajero. Unido al clima puramente mediterráneo, sus días de arena y sol, son inolvidables.
Como no podía ser de otra manera, los parques naturales, cuentan también con su espacio en esta pequeña localidad. Entre las vías verdes y rutas de senderismo y el parque natural del Montgó, los amantes de la naturaleza y el turismo activo, cuentan con una parada obligada en este entorno para realizar todo tipo de actividades de aventura. Desde las sendas más sencillas para el turista más tranquilo hasta las más duras escarpadas que te acerquen a lo alto del macizo.
Parque Natural del Montgó
Este macizo que alcanza los 753 metros de altitud separa los municipios de Java y Denia con su imponente roca. Frente al mar, se alza este enclave, cuyo entorno fue declarado Parque Natural en el año mil novecientos ochenta y siete.
Visitar Denia, es visitar este macizo de inigualable belleza. Perderte por sus sendas y rutas, descubriendo la fauna y flora autóctona es una actividad que no puede faltar en la agenda del turista aventurero. Los más avezados, podrán subir sus escarpadas laderas y desde lo alto, observar la isla de Ibiza que, ocasionalmente, se deja vislumbrar desde las alturas.
Acantilados y fondos marinos declarados Reserva Natural marina, son otros de los puntos de interés turístico para los amantes de la naturaleza. En estos parajes, puedes encontrar la Cova de l´Aigua y la Cova Tallada. Esta última, debe visitarse previa reserva.
Los fondos marinos, cuentan con un elevado valor biológico, por esa razón, el buceo en la zona se haya limitado, pero es el lugar ideal para la práctica de snorkel.
El parque, cuenta también con diversas opciones de ocio multiaventura. La practica de deportes de aventura dentro del parque natural es una alternativa que conviene tener en cuenta ya que las excursiones y actividades que se pueden realizar, están planificadas y guiadas por expertos conocedores del terreno.
Ciudad Creativa de la Gastronomía
Con más de trescientos restaurantes para degustar su variada y extensa carta de alimentos, Denia fue denominada con este titulo en el año dos mil quince. Este entorno gastronómico, conjuga a la perfección la tradición con la vanguardia, siendo la cocina de autor el emblema de la gastronomía local.
Productos de la tierra y el mar, fusionados de modo que la importancia y reputación de la aclamada dieta mediterránea no pierdan la esencia de la tradición.
La variedad y exquisitez propia de la dieta mediterránea, no pasan desapercibidas en las mesas de los restaurantes de Denia. Desde el tradicional arroz a banda o la famosa gamba roja de la localidad, hasta la cocina fusión mas vanguardista en la que podemos encontrar hasta erizos de mar.
El arroz, los productos de la huerta valenciana, el pescado y los mariscos de la zona, son los ingredientes estrella de las cartas que componen los restaurantes locales.
Para los más golosos, la repostería cuenta con un ingrediente fundamental: la calabaza se encuentra presente en incontables preparaciones dulces, junto al boniato y la almendra.
Otro típico dulce de la zona, las coca María, acompañada de una horchata, es la merienda ideal para tanto para el turista como el dianense. Buñuelos de calabaza, tarta de calabaza o coca de calabaza y chocolate, son los dulces que fácilmente encontrarás en cualquier pastelería o cafetería de la zona.
Por supuesto, también la naranja esta presente en la repostería autóctona: el flan de naranja es una de las exquisiteces que podrá degustar el turista gastronómico.
Sin duda alguna, Denia cuenta con todos los ingredientes para convertirse en un destino de lujo para los amantes del sol. La arena, el mar y el clima mediterráneo son tres de esos ingredientes que todo turista tradicional persigue.
Aparte de lo fundamental para muchos, en esta pequeña ciudad costera, se aúnan otros ingredientes más acordes para el turista vanguardista, ese que persigue la novedad, el turismo activo, gastronómico o cultural. Independientemente de lo que busques, este puede ser el destino ideal para cualquier viajero.