Son incontables los devotos del aceite de oliva alrededor del mundo. El considerado como mejor y más saludable de los aceites, por sus múltiples cualidades beneficiosas para el organismo, ha generado en torno a si mismo una enorme cultura. Su alto contenido en ácidos grasos monoinsaturados, entre otros, lo convierten en un gran aliado, frente a las enfermedades cardiovasculares.
Junto a la cultura del vino y los quesos de la marca España, el aceite de oliva es uno de los productos más laureados a lo largo y ancho del planeta. Este fervor que durante los últimos años ha ido en aumento, ha potenciado este producto hasta el punto que existe un tipo de turismo en su nombre.
El cada vez más de moda, conocido como oleoturismo, sumerge al turista en una experiencia que abarca, desde visitas a una almazara, hasta catas de aceite de oliva.
Ganando terreno frente a las populares catas de vino, cerveza e incluso productos gourmet, el oleoturismo, crece exponencialmente. Siendo España el primer exportador y productor de aceite de oliva a nivel internacional, es fácil comprender que el sector siga innovando.
En las tierras españolas se cultivan doscientas variedades de uva diferentes. Cada una con su particularidad, cada una con unas propiedades, cada una con un sabor y aroma único. No es de extrañar que el aceite de oliva, cuente con treinta y dos D.O.P. y dos Indicaciones Geográficas Protegidas (I.G.P.) que ejercen como sellos de calidad superior.
No en vano, las numerosas almazaras que producen el anhelado aceite, están deseando compartir sus misterios y secretos con el ciudadano de a pie. Con ello, la cultura del aceite, crece. El oleoturismo, como nos comentan los amigos de Centro de olivar y aceite se afirma como un verdadero rival del enoturismo a quien hace, cada vez, más sombra.
Aunque la fama la tienen las tierras andaluzas, España cuenta con otras zonas donde el aceite de oliva, también goza de una excelente producción y fama. Vamos a dar un breve repaso por los lugares de España, donde practicar oleoturismo, es posible.
Embajadores del aceite de oliva
Andalucía abre sus puertas de par en par, no cabe duda de que si hablamos de aceite, hablamos de Jaén. Tierra de olivares donde las haya. La mayor oferta de turismo del aceite, se encuentra en esta tierra de olivos. Rutas, visitas guiadas, restaurantes, alojamiento… todo al servicio del aceite de oliva con el mismo como punto de encuentro.
La oferta es muy amplia, incluyendo visitas que muestran todo el proceso de la fabricación de aceite. Las actividades a destacar son además, las catas de aceite, ofrecidas por todas las fábricas que ofrecen sus actividades al público general.
Sevilla cuenta en su haber con cien variedades de aceituna solo en Estepa, también conocida por su producción de mantecados y dulces navideños. Cuenta con una escuela de aceite para iniciarse en el medio.
En la provincia de Málaga también se puede practicar oleoturismo en alguna de sus Haciendas. La posibilidad de visitar sus campos y ver in situ su molino de piedra del siglo XVIII junto a las prensas de viga es otra de las posibilidades que ofrece esta tierra.
Para terminar con la zona sur, Córdoba, cuenta en su oferta oleo turista, con visitas guiadas, rutas y una novedad, desayunos molineros. En una de sus fábricas puedes viajar al pasado contemplando las tinajas de su bodega. Todas del siglo XVIII, además de contar con una almazara completa del años mil novecientos cuarenta y tres.
Viajando al noreste de la Península, se puede disfrutar también de actividades de oleoturismo. Girona ofrece posibilidades diferentes, a las conocidas catas se unen los concursos de la misma y a las visitas guiadas, las fiestas temáticas. Allí cuentan con dos variedades de aceituna muy concretas y de la zona.
Un poco más abajo, Tarragona cuenta con una alternativa para los amantes del ciclismo: una ruta turística en bicicleta para adentrarse de lleno en la cultura de la aceituna prensada. Molinos, olivos y aceites con un carácter diferente.
Viajando hacia el oeste, Navarra, ofrece una fusión de óleo y enoturismo. Ideal para degustar su conocido aceite de Artajo y los vinos de la tierra. Todo ello a modo de picnic entre los olivos.
Para aquellos que piensen que la Mancha solo ofrece uno de los mejores quesos del mundo, Toledo cuenta con un centro de interpretación del olivar. Sus actividades ligadas al oleoturismo, nada tienen que envidiar a las que ofrecen las tierras andaluzas.
Por si fuera poco, a los amantes de la playa, la arena y el sol que también se sienten sibaritas oleicos, Mallorca con olivares milenarios que producen un aceite con D.O. propia. Las actividades relacionadas con el oleoso elemento, pueden satisfacer al más exigente de los catadores de aceite.
En estas provincias se concentra gran parte de la producción de aceite del país. Pero no podemos olvidar las tierras extremeñas, cuyos aceites gozan de una excelente calidad. Sus campos y restos arqueológicos demuestran que su tradición aceitera, viene de lejos. Hasta dos mil años atrás podemos remontarnos con sus visitas y actividades aceiteras.
Su ruta del aceite, te llevará por todas las zonas donde el aceite de oliva es tradición. Desde la Sierra de Gata, las Hurdes a las Tierras de Granadilla. Hectáreas de campo de olivos milenarios que dejan al visitante con la boca abierta.
Este breve repaso por la oferta de oleoturismo que ofrece España, invita a adentrarse en el singular mundo del aceite de oliva. Conocido por todos, encumbrado hasta lo más alto a nivel mundial, está claro que el aceite no deja a nadie indiferente.
La cultura que lo envuelve, cada vez más al alcance de todos, hace sombra como ya mencionábamos antes, a la cultura del vino, tan presente en nuestro país. Aunque hay que señalar, que a nivel internacional, el producto estrella es el aceite de oliva. Actualmente no cabe lugar a dudas que el referente de este producto es la marca España. Sus D.O., su calidad, su sabor, sus variedades son cotizadas en las más reputadas cocinas del mundo.
Quien diría que la aceituna, acabaría siendo toda una cultura.