Algunas clínicas y profesionales practican la vieja tradición de visitar a los pacientes en sus casas cuando están enfermos. Una práctica que vale la pena promover y extender, puesto que mejora la salud colectiva.
Pedro, desde Alicante, nos cuenta como el doctor de Clínica UME, una clínica alicantina que tiene instaurado el servicio a domicilio de medicina y enfermería 24 horas, le estuvo atendiendo en su casa el tiempo que estuvo convaleciente de una enfermedad. Gracias a aquellas visitas, pudo recuperarse sin problemas. Durante ese periodo tenía la confianza de que estaba bien atendido, de que no estaba solo. Cuando gran parte de su convalecencia no podía levantarse de la cama.
Este servicio nos recuerda a las “igualas”. Un sistema de asistencia médica utilizado por médicos de familia en los años 60 y 70. Mediante este procedimiento, una serie de familias pagaban una cuota mensual a un médico y este les atendía en su consulta particular o a domicilio, cada vez que caía enfermo un miembro de la familia.
Mediante este sistema, la familia elegía libremente al médico que quería que le atendiera, no se lo asignaba nadie. Se establecía de este modo una relación de confianza y cercanía que tranquilizaba a la familia en cuanto a que a la salud se refiere.
Para gestionar la iguala, el médico tenía establecido una pequeña infraestructura que le permitía prestar el servicio. Una secretaria que se encargaba de concertar las citas y atender el teléfono, y que con frecuencia actuaba como enfermera, y un colaborador que visitaba a los clientes todos los meses para cobrarles la cuota.
La asistencia a domicilio continúa existiendo, pero a penas pensamos en ella. Cuando caemos enfermos acudimos al ambulatorio. Si tenemos que seguir un tratamiento supervisado o nos tienen que hacer pruebas, pensamos en la sanidad privada, por eso de ahorrarnos las listas de espera. Rara vez consideramos la asistencia médica a domicilio. Algunos pacientes ni siquiera saben que existe. Otros lo vemos como la última opción. Sin embargo, para muchos casos es una buena alternativa.
Para quién es adecuada la asistencia domiciliaria.
Imagínate que tu hijo pequeño cae enfermo y tiene mucha fiebre. Podrías esperar a ver cómo pasa la noche y concertar una cita con el pediatra a la mañana siguiente. Pero no te arriesgas. ¿Y si por el camino se pone peor? Esta es una situación adecuada para pedir que el médico lo visite de urgencia en casa.
Tu padre ha caído enfermo, está en cama y no se recupera. No está para internarlo en un hospital, pero tampoco para llevarlo al ambulatorio. ¿Qué haces durante ese tiempo? Llamar al médico y pedirle que lo visite en casa puede resultarnos tranquilizador.
Lo malo es que la sanidad pública no contempla la asistencia domiciliaria. Y si lo hace es en supuestos concretos. Tampoco todas las clínicas privadas prestan este servicio. Sin embargo, bajo mi humilde opinión, es un servicio necesario.
La web de El Corte Inglés dice que la asistencia médica domiciliaria está pensada para enfermos que padecen una patología que impide su desplazamiento a un centro de salud o un hospital. Puede ser porque el enfermo acaba de salir de una intervención quirúrgica, se le dio en su momento el alta hospitalaria porque se encontraba estabilizado, pero el médico le recetó reposo absoluto. Aun así, la situación no mejora o se ha complicado.
Puede ser por problemas de tipo óseo, que recomiendan la inmovilización del paciente. O puede deberse a que a consecuencia de la enfermedad, el paciente tiene tan disminuido el sistema inmunológico que no es aconsejable que salga de casa para que no termine contagiado por otro virus o bacteria.
Señala El Corte Inglés que la asistencia sanitaria domiciliaria es temporal e indefinida. Temporal porque no es permanente. Si lo fuera, estaríamos hablando de otro tipo de prestación, una atención asistencial en situación de dependencia.
Partamos de una persona que sufre una enfermedad grave, puede que crónica, y recibe cuidados paliativos en su domicilio, pues existe el riesgo de que el traslado a un hospital empeore su estado de salud. La atención domiciliaria se efectuará hasta que el enfermo se encuentre mejor y pueda seguir el tratamiento de modo ambulatorio.
Al mismo tiempo, la asistencia domiciliaria es indefinida porque se sabe cuándo empieza, pero no se sabe cuándo termina. Es el médico, a tenor de la evolución del paciente, quien determina el momento en el que terminan.
Otro tipo de visitas son las llamadas urgencias a domicilio. Se trata de consultas puntuales que se producen en casa del paciente en un momento puntual que suele coincidir con un episodio agudo de la enfermedad. Son visitas que se dan en un plazo breve y concreto de tiempo. Se efectúan en el domicilio del enfermo porque no es conveniente el desplazamiento, bien por las condiciones personales del paciente o por las características de la emergencia sanitaria.
Estas visitas son frecuentes con niños pequeños y personas de avanzada edad; aunque no son exclusivas de estos colectivos.
Ventajas de la asistencia domiciliaria.
La asistencia médica, de enfermería o de fisioterapia a domicilio es una señal de un buen sistema de salud. Estas son algunas ventajas de este servicio:
- Comodidad para el Paciente:
La atención médica a domicilio brinda comodidad al paciente al recibir cuidados en su entorno familiar. Esto puede reducir el estrés y mejorar la sensación de bienestar, especialmente para aquellos con condiciones crónicas o de movilidad limitada.
- Atención personalizada:
La asistencia domiciliaria permite una atención más personalizada y centrada en las necesidades individuales del paciente. Los profesionales de la salud pueden adaptar los cuidados de manera específica, considerando el entorno y las circunstancias únicas de cada hogar.
- Prevención de infecciones hospitalarias:
Al evitar la estancia hospitalaria, se reduce el riesgo de infecciones. El paciente está menos expuesto a patógenos hospitalarios, promoviendo un ambiente más controlado y seguro.
- Familiares involucrados en el cuidado:
La asistencia médica domiciliaria facilita la participación activa de la familia en el cuidado del paciente. Los seres queridos pueden aprender y colaborar con los profesionales de la salud, fortaleciendo el apoyo emocional al paciente.
- Ahorro de recursos:
Evitar desplazamientos innecesarios a instalaciones médicas, ahorra tiempo y recursos para el paciente y sus familiares. La atención domiciliaria puede ser más eficiente al minimizar esperas y desplazamientos, permitiendo, en algunos caos, una atención más efectiva.
- Monitoreo continuo:
La atención en el hogar facilita el monitoreo constante de la condición del paciente. Los profesionales de la salud pueden realizar un seguimiento cercano y ajustar los planes de tratamiento según sea necesario, proporcionando una atención más proactiva.
- Independencia del paciente:
Esta atención médica fomenta la independencia del paciente al permitirle permanecer en su hogar. Esto es particularmente beneficioso para aquellos enfermos con enfermedades crónicas o de larga duración, mejorando su calidad de vida y autoestima.
Otras opciones.
El periódico El Confidencial nos recuerda el desafortunado episodio en el que Isabel Ayuso, la presidenta de la Comunidad de Madrid, impuso la tele-asistencia por videoconferencia para suplir la falta de efectivos durante la huelga de sanitarios de octubre y noviembre del 2022.
Aunque se le intentó echar la culpa a los médicos y al personal sanitario, los medios de comunicación nos desvelaron una situación preocupante. Los recortes llevaron a la asistencia primaria a un estado dantesco. En muchos centros de salud se carecía de personal suficiente para atender al número de enfermos. No solo vimos que el ratio de algunos médicos en barrios y ciudades del área metropolitana de Madrid eran casi inasumible; sino que en pueblos de la sierra, médicos de medicina general iban saltando de un ambulatorio a otro igual que 50 años atrás hacían los médicos rurales.
En esta situación se hizo un uso inapropiado de la tele-asistencia, pero esto no impide, que gestionándolo en condiciones no pueda ser una opción a valorar.
La asistencia por videollamada permite un contacto directo e inmediato del paciente con su médico. Evita los desplazamientos y ahorra al enfermo que tenga que aguardar en la sala de espera hasta que lo atiendan, cuando a lo mejor, su estado de salud no es el adecuado.
Durante el periodo posterior al COVID-19, los médicos atendieron a sus pacientes por llamada telefónica. La persistencia del virus no hacía aconsejable la concentración de personas en los centros de salud. De aquella experiencia se pueden extraer conclusiones positivas. Los médicos podían atender a más paciente en menos tiempo, sin comprometer con eso la salud de los usuarios.
Estas dos opciones, tanto la tele-asistencia como la asistencia telefónica, son temas polémicos. Hay pacientes que están virulentamente en contra de ellos. No queremos en este artículo defender estas prácticas a ultranza, pero con una pedagogía adecuada se puede abrir un debate respecto a su uso, responsable y planificado. Entre otras cosas, estas técnicas pueden favorecer el contacto directo con el personal médico y descongestionar la sanidad, atendiendo de una forma más eficiente aquellos casos que no requieren de un reconocimiento más profundo.
De todos modos, desde este artículo, aplaudimos a las clínicas y médicos que apuestan por la asistencia médica domiciliaria.